Hábitos saludables en la oficina.

SENTARSE DE MANERA CORRECTA EN LA OFICINA

Los largos periodos de tiempo sentados en una silla frente al ordenador y con una postura inadecuada nos puede provocar dolores de espalda, de articulaciones y en el cuello.

Para evitar problemas con nuestra espalda debemos centrarnos en que la silla este perfectamente regulada a nuestro cuerpo y nuestra tarea, pero también es importante mantener una buena postura.

Debemos mantener el tronco recto, con los hombros hacia atrás, si te inclinas, ejercerás presión sobre la zona lumbar y puedes sufrir molestias en la parte baja de la espalda.

También trata de mantener los pies totalmente apoyados en el suelo ya que favorece la circulación sanguínea. Evita estar sentado con las piernas cruzadas por demasiado tiempo, ya que eso afecta a la columna vertebral y puede causarnos lesiones a corto plazo.

Por último, coloca la pantalla del ordenador justo enfrente de ti y a una altura ligeramente por debajo de los ojos. Debe estar centrada a unos 45 centímetros de tu vista.

Tener un trabajo sedentario no tiene que ser un sufrimiento para tu salud. Si eres una de esas personas que tienen que estar sentado en una mesa todo el día, aquí hay algunos pasos simples que puedes seguir para mejorar tu postura y mantener tu salud bajo control.

POSTURA ÓPTIMA
Observa la postura de sentado apropiada en una buena silla que esté diseñada para el trabajo de oficina. Tu espalda debería estar recta, tus hombros hacia atrás y la parte superior del monitor debería estar al nivel de tus ojos.
Asimismo, asegúrate de que tus muñecas no estén sobre el teclado o sobre la almohadilla para el ratón. Mantén tus piernas dobladas a la altura de las rodillas de tal manera que estén un poco más arriba de tus caderas. Los pies deben estar sobre el suelo o sobre algún tipo de apoyo.
El hecho de mantener una postura correcta nos reporta un bienestar físico y puede evitar lesiones posturales a corto plazo pero no es del todo suficiente para mantenernos sanos.

CONSEJOS QUE MARCAN LA DIFERENCIA
A pesar de que el tiempo y las obligaciones laborales siempre apremian, es posible prestar atención a algunas situaciones diarias en tu ambiente de trabajo que, en definitiva, muestran la diferencia entre una persona sana y otra enferma. Analiza tu rutina y adopta algunas de las siguientes recomendaciones:

Haz pausas pequeñas durante tu jornada laboral, a fin de ejercitar tu cuerpo y relajar tu mente. Transfórmalo en hábito. No permanezcas muchas horas frente al ordenador. Cada cierto tiempo, cambia la tarea que realizas y haz pausas para alejarte del ordenador.

Sabemos que es recomendable para nuestra salud realizar al menos 30 minutos de ejercicio cada día. Pensar que no tienes tiempo para hacer ejercicio debido a tu trabajo es una excusa que está dejando de ser válida. Existen maneras de mantenerte activo en tu oficina y no descartar los beneficios del ejercicio.

Te preguntarás cómo. Aquí te ofrecemos algunas ideas para que tus días de trabajo sean productivos en todo sentido. También para tu salud.
Te proponemos 3 pausas de 10’ repartidas en tu jornada. Complementa estas pausas con estos ejercicios. También puedes realizar movimientos de pies y manos con giros circulares en ambos sentidos.
estiramientos

OTROS BUENOS HÁBITOS
• Si puedes, ve caminando al trabajo o en bicicleta. Si vas en autobús, bájate antes de tu parada y camina el resto. Si vas en coche, apárcalo lejos de la entrada. Si tu oficina es en un piso alto, sube por las escaleras.
• Respira profundamente de vez en cuando. Para trabajar tus abdominales, sostén tu estómago por unos cuantos segundos al respirar, luego relájate al exhalar. Si es posible, sal de tu oficina a tomar un poco de aire fresco.
• Ten una botella de agua a tu lado y adopta el hábito de tomar mucha agua a lo largo del día. Si lo haces constantemente, comenzarás a sentirte más alerta. Ve a rellenar tu botella, para que también puedas caminar y ejercitar tus piernas al mismo tiempo.

Descarga aquí tu plan diario de ejercicios en la oficina